Parece que la industria láctea todavía no ha tocado techo en lo que a manipular información se refiere. Como resultado de separar a la madre de los becerros, el ciclo de lactación resultante es diferente del que ocurriría en condiciones naturales. Las vacas son seleccionadas para que produzcan grandes cantidades de leche y, de hecho, la elevada producción de leche está asociada con un mayor riesgo de problemas de salud (Rauw et al., 1998; Coignard et al., 2013), pues el incremento en la producción exige una demanda extra a la vaca, lo que conduce a una mayor incidencia de enfermedades y, en consecuencia, a tasas mayores de sacrificio.
De hecho, un artículo sobre bienestar de vacas lecheras publicado en el Journal of Dairy Science afirma que: “A high level of milk production is no guarantee of high welfare” (von Keyserlingk et al., 2009). Además, un estudio realizado en Francia y publicado en el año 2014 en la revista The Veterinary Journal, demuestra que la producción de leche no puede ser considerada un indicador de bienestar (Coignard et al., 2014), por lo que es falso y anticientífico afirmar que las vacas que producen leche gozan de bienestar.
Recordemos también que existe toda una disciplina científica dedicada al estudio de los problemas de bienestar a los que los animales se enfrentan en las granjas. Si la producción de leche fuese el indicador por excelencia para evaluar la situación de las vacas en la industria, no tendría ningún sentido el trabajo científico sobre los múltiples problemas a los que estos animales deben enfrentarse a lo largo de su acortada vida: desde la separación de la madre y el becerro hasta el sacrificio al 25% de su esperanza de vida.
Finalmente, para acabar de reflejar el poco sentido de dicha afirmación, cabe recordar que la producción de leche no es considerada un parámetro a medir en el protocolo de evaluación de bienestar Welfare Quality impulsado por la Comisión Europea, pues como se ha comentado más arriba, los niveles de producción de leche lejos de ser considerados un indicador de bienestar, son considerados un factor de riesgo.
UN EJEMPLO DE CÓMO EL CICLO ARTIFICIAL DE LACTACIÓN PUEDE COMPROMETER EL BIENESTAR DE LAS VACAS:
La glándula mamaria de la vaca lechera necesita un periodo de inactividad con respecto a la producción de leche. Se denomina periodo seco al tiempo de reposo transcurrido entre dos lactaciones. Durante este intervalo la glándula mamaria está descansando de una lactación y se prepara para la siguiente. En el momento del secado, que consiste en la interrupción brusca del ordeño, algunas vacas aún producen cantidades considerables de leche (en algunos casos, hasta 50 litros por día). En consecuencia, el secado provoca la acumulación de grandes cantidades de leche en la ubre y su consiguiente congestión, que es particularmente pronunciada en vacas de alta producción. Dicha congestión de la ubre causa incomodidad y dolor. Por tanto, la naturaleza estresante del secado (que en gran medida está causado por la congestión y el dolor en la ubre) puede aumentar aún más el riesgo de sufrir otros problemas de bienestar (como por ejemplo, infecciones intramamarias).
En el sector lechero hay más de 250 mil familias que dependen de la leche.
Siempre hay que buscar el bien mayor, es nuestra obligación como ciudadanos, hoy sabemos que:
Ellos recomendaron que el único modo de mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 °C antes del 2050 es reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, incluido el alimentario.
Y sumado a esto lo que está pasando con el agua en México:
México tiene sólo el 0.1% del total del agua dulce del planeta. México está considerado como un país con baja disponibilidad de agua a nivel mundial.
La CONAGUA nos dice que en el país del 60 al 70% de nuestra agua dulce se utiliza en la ganadería, acuicultura y actividades relacionadas.
El IMPLAN dice que la principal actividad económica en La comarca Lagunera es el sector agropecuario, es el mayor consumidor de agua y productor de insumos para la industrialización de lácteos y otros productos. La cuenca alta del Río Nazas representa la mayor fuente de agua de recarga para los acuíferos de la región.
La Conagua en el documento “Disponibilidad de Acuíferos” publicado en 2015, la recarga anual del acuífero principal es de 518.9 millones de metros cúbicos al año y la extracción total es de es de 1,221.8 millones de metros cúbicos al año, de los cuales 1,045.2 corresponden a uso agrícola. Existe un déficit muy considerable.
El economista y doctor en planeación urbano-regional Manuel Perló precisó que son entre 12.5 y 15 millones de personas las que sufren la falta del recurso en el país.
Según el reporte del INEGI 2018 cada familia está compuesta de 3.6 integrantes, lo que nos da un resultado aproximado de 3 millones de familias a las que no les llega el agua en México.
Por lo que mi preocupación va más allá de un pequeño sector, es por las millones de familias que no tienen acceso a agua en México y por todos los habitantes del planeta que estamos siendo afectados por estas prácticas que son parte de la causa de la Crisis Climática que estamos viviendo y eso lo dicen más de 200 científicos de todo el mundo. Por lo que yo los invitaría a reconvertirse por un bien mayor, por todo méxico y por el daño al planeta.
El 80 por ciento de la soya que se produce a nivel mundial y en la Amazonia es destinada como alimento para ganado, por lo que volvemos a lo mismo el problema no es la soya si no el uso que se le está dando a esta por la ganadería.
Como en todo lo que consumimos y metemos a nuestro cuerpo hay que procurar consumir productos locales, no hay ningún departamento de salud de ningún país que haya lanzado una alerta sobre el consumo de soya.
En cambio la OMS alertó que consumir carnes procesadas como salchicha, jamón, tocino, aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Y los clasificó en el grupo 1, que incluye al tabaco y los asbestos, y entre los cuales se afirma que existe suficiente evidencia de su relación con la enfermedad.
Pero si queremos consumir leche vegetal podemos hacer en casa leche de arroz, de coco, de avena, que son súper fáciles, no costosas y deliciosas.
De acuerdo con el Water Footprint Network se gastan 1000 litros de agua para producir un litro de leche.
No hablamos de lo que toma una vaca al día que son aprox. 40 litros, sino de la huella hídrica que la leche tiene, es decir el volumen de agua. Por lo que para sacar este número se toma en cuenta el proceso, el agua que se gasta para el alimento que consumen, el agua potable que toma y el agua que usan para el mantenimiento.
Entonces la cifra reportada por SADER es que México produjo en 2018: 12 mil millones de litros de leche al año, y sacando su huella hídrica es el equivalente a 4.8 albercas olímpicas.
Desafortunadamente todo lo que hacemos tiene un impacto, pero lo que yo hago es buscar que tiene un impacto menor para poder tomar una decisión informada y más ética con el ambiente, los animales y mi salud,, y aún cuando se gasta agua en la producción de almendras u otros productos:
Reporte FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura )Larga sombra del ganado aquí.
Expertos y salud video.